Clique em uma foto para ir ao Google Livros
Carregando... Las llaves del reino interno / The keys to the inner kingdom: O El Conocimiento De Si Mismo (Horus) (Spanish Edition)de Jorge Adoum
Nenhum(a) Carregando...
Registre-se no LibraryThing tpara descobrir se gostará deste livro. Ainda não há conversas na Discussão sobre este livro. sem resenhas | adicionar uma resenha
Não foram encontradas descrições de bibliotecas. |
Current DiscussionsNenhum(a)
Google Books — Carregando... GênerosAvaliaçãoMédia: Sem avaliação.É você?Torne-se um autor do LibraryThing. |
Cap. IX (extracto)
La masonería, es un hecho de la Naturaleza y siendo un hecho de la Naturaleza es una repetición diaria, acontecida en el mismísimo hombre.
Sus leyes son las mismas de toda religión, tienen por objeto, el descubrimiento del verdadero Ser interior y el conocimiento de sí mismo.
Pero como sucedió a las religiones ha sucedido a la masonería: todos han materializado sus pensamientos para adorarlos, en vez de espiritualizar sus obras para convertirse en dioses.
No negamos que los secretos esotéricos de las religiones y de la masonería son actualmente de todo el mundo, pero el verdadero misterio de ellas no se halla en los libros rituales y ceremonias, sino en lo más hondo del espíritu, en el jardín Edénico cuya puerta está guardada y vigilada por el ángel de la espada flamígera. Los religiosos, los sacerdotes de toda religión y los masones poseen los misterios a manera de los camellos del desierto, cargan el agua y mueren de sed y con todo corren buscando, por todas partes, el líquido de la vida.
El símbolo es como el verdadero arte, nunca debe hablar al sentido, sino debe excitar la imaginación, pero desgraciadamente el hombre actual tiene tan perezosa imaginación que no se molesta en escudriñar nada, y se contenta con adorar el ídolo que ella creó.
Su objeto es la investigación de la verdad; pero esta investigación, debe ser interna y, subjetiva, pese a cualquier mastín que crea lo contrario. Hemos dicho que los símbolos son la alegoría de la verdad y no son la verdad, sólo expresan la imagen simple de la calidad de las cosas. El símbolo es el cuerpo físico de la idea, pero para conocer la idea hay que sentirla o concebirla.
El fin de la masonería es el de que cada hombre se conozca a sí mismo y el conocimiento de sí mismo no consiste en estudiar anatomía, aunque muchas veces la magnificencia de la anatomía conduce al hombre a la meditación en el misterio.
“Yo soy el pan de la vida”, dijo el Divino Maestro. ¿Podremos creer que esa frase simbólica, significa el pan que comemos diariamente y quien lo come vive eternamente?
Antiguamente el hombre, cuando todavía no materializaba sus pensamientos, no tenía necesidad de símbolos, ni alegorías. Hasta ahora, algunos animales tienen instintivamente la sensación del barómetro y sienten de antemano la llegada de la tempestad, mientras que el hombre tiene que acudir al instrumento en sus investigaciones. Todo esto, aconteció desde que la mente empezó a creer en todo, a los cinco sentidos y abandonó la intuición subjetiva.
Entonces ya comprendemos que los símbolos en la masonería tienen por objeto redescubrir la luz oculta por los tupidos velos de los sentidos. Son necesarios hasta cierto punto porque constituyen el cuerpo físico de la enseñanza, pero nunca debemos imaginar que el hombre vive, solamente cuando está en su cuerpo físico.
A su debido tiempo explicaremos en lo posible el significado de cada símbolo.
Entonces la masonería es, como hemos dicho, una repetición diaria de las leyes naturales en el mismo hombre, según la máxima de Hermes: “Como es arriba es abajo”.