Es una recopilación de cuatro cuentos que Irish (que es un seudónimo, mira tú por dónde) publicó en revistas perdidas en los años 30 y 40. Cada uno va acompañado de una breve reseña del editor, bastante interesante, por lo general. No todos son igual de buenos, naturalmente, pero todos están a buen nivel. Por ejemplo, el que cuenta el asesinato de alguien al que mataron haciéndole cosquillas hasta que le dio un ataque al corazón, de forma que parecía talmente una muerte accidental. Un par de ellos tienen como nexo común el baile: una niña blanca rica y un negro pobre van a un baile, se produce un asesinato y le cargan el muerto al pobre negro, que tiene que soportar los brutales procedimientos de la policía que, finalmente, demuestra su inocencia; un maratón de baile en el que muere uno de los participantes, y aquí no llegamos a estar seguros de si el finalmente acusado es de verdad el culpable de la muerte. El tema racial aparece sobre todo en el último cuento, el más largo, ambientado en Barcelona, y en el que un detective tiene que detener a un negro, acusado años atrás de un crimen que no cometió en Tenesee, y que se había escapado haciéndose pasar por músico de jazz, con notable éxito; por pura coincidencia, se encuentra presente en la muerte accidental de una mujer, y el negro aparenta que él la ha asesinado para ser juzgado en España y no ir al linchamiento seguro en Estados Unidos, a lo que el detective presta su aquiescencia pese a saber la verdad. El detalle de que sea preferible ir a la cárcel de Franco que ser linchado en el profundo Sur no es baladí, desde luego. ( )