Heredero de la oratoria clásica, utiliza Cadalso el género epistolar para diseccionar la España de su tiempo y defenderla (todavía era un imperio con peso en el mundo).
No juzgar con ojos del presente. ( )

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Cartas marruecas constituyen la primera manifestación en las letras españolas del ensayo breve, incisivo e irónico, tan en boga en Europa. La crítica brota aquí de una observación directa de las costumbres y el carácter de los españoles y, evitando tanto las generalizaciones como el deslumbramiento sistemático por lo europeo, Cadalso logra configurar un retablo realista alumbrado por un patriotismo inteligente.

No acabo yo de cogerles el aire del todo a estos autores ilustrados, empeñados en educar y ser útiles a la par que amenos. Sus críticas de costumbres acaban pareciendo gruñidos de amargado o sermones de pedante, y sus propuestas de mejora suelen oscilar entre la ingenuidad y el arbitrio. A veces, Cadalso responde a este esquema, pero tiene también destellos de gracia y en ocasiones no le falta sensatez. Mejora el esquema epistolar introduciendo tres corresponsales, cada uno con su forma de ver las cosas, y también de vez en cuando adorna la colección de cartas con detalles como cortes bruscos en el texto, o alusiones al editor. En fin, recuerdo las divertidas cartas que algunos grupos de mujeres envían al "señor Marrueco" pidiéndole consejo en algunas cuestiones de moda. Edición muy cuidada, y muy útil sobre todo la selección de textos de expertos y la guía didáctica final. ( )

No lo tengo pero dicen que es muy bueno
Gran representante del género.