Las "Meditaciones metafísicas" son una auténtica gozada, un prodigio de sinceridad, claridad y concisión. Tras ellas se editan aquí una serie de objeciones que distintos intelectuales de la época hicieron a la obra cartesiana, con las correspondientes repuestas. Esta parte es bastante más larga y más aburrida, a veces por la repetitividad de los argumentos en contra, a veces porque el propio Descartes se embrolla en algunas respuestas. La "Conservación con Burman" va en la misma línea, es decir, objeciones a diverrsas propuestas cartesianas en diversas obras, y las respuestas del filósofo francés. Un tono diferente tienen las cartas cruzadas con la princesa Isabel de Bohemia, mucho más pegadas a la tierra, más variadas en los temas y donde se asoman cuestiones éticas que Descartes no acaba de solucionar del todo; de este modo, este conjunto de cartas son mucho más interesantes de lo que cabía esperar. ( )