Edmund F. Sutcliffe

LOS MONJES DE QUMRAN

PREFACIO
El viejo adagio escolástico, llamado corrientemente «wavaja de Ockham,
reza que el nimero de entes o cosas no ha de multiplicarse sin un sólido motiva
(«Entia non sunt multiplicanda sine necessitate»). Este antiguo principio es
aplicable a las publicaciones sobre los Manuscritos del mar Muerto,
cerca de los cuales existe un impresionante montón de libros y artículos.
Muhas e interesantes directrices de investigación se han apuntado; no
obstante, parece que se ha remunciado a considerar a los hombres de Qumran
desde el punto de vista de comunidad religiosa, que es el que importa a la
presente obra. Desde lnego, será inevitable que el examen de sn historia,
modo de vida y creencias se entrecruce con estudios anteriores, inmiscuyéndose
en una porción de problemas acerca de cuya solución no reina un criterio
umánime. Por este motivo resulta urgente que se pulsen las nuevas hipótesis
enunciadas sobre tales materias o que se robustezcan las antiguas con
argumentos de reciente cuno. Unicamente asi se progresará hasta alcanzar una
comprensión más veridica de las pruebas o los testimonios existentes y de la
importancia de los mismos.

Poco o nada se dirá aqui, pues ya fue debidamente tratada por otro.s,
de la singular historia de los descubrimientos, regateos de la venta de los
manuscritos y entrada definitiva de los valiosos rollos de la Cueva 1 en
posesión del Estado de Israel; tampoco se hablará de las dimensiones de los
documentos, paleografía, trascendencia de los textos para la historia de la
ortografia y la gramática hebreas, J otras cuestiones análogas. En estas
páginas se ha procurado, en suma, omitir todo lo notorio y cuanto no atañia
de manera directa al tema antes enunciado. H. H. Rowley y Millar Burrows
exxpusieron y comentaron los diversos bosquejos cronológicos propuestos y las
identificaciones que se han ofrecido en lo que respecta al misterioso personaje
denominado el Sacerdote Impio".

No es una novedad su asimilación con Jonatán, que es la que se ballará
en las Hneas siguientes. J. T. Milik la babta apuntado; pero nosotros...… (mais)